A veces... la tierra tiene que temblar

Si no temblara, no veríamos la necesidad. La necesidad de orar, la necesidad de ayudar, la necesidad de servir. No estaríamos agradecidos con lo que comemos, con lo que tenemos, con lo que vestimos, en donde vivimos.

Me pregunto, siempre deberá haber muerte para que aparezca la vida?

Cuántos nos hemos olvidado cuando nos tocó enfrentar el terremoto en nuestro país? Casi todos. Nosotros nos salvamos, ellos murieron. Siguen sin casa y a nosotros no se nos rajó ni la ventana. Nos importa eso? Parece que no. Nuestras vidas siguen, las emociones duran días y semanas. Y luego qué?

Sólo hubo uno, que dejó su comodidad, su trono, su gloria, por amor. Cuando vio la gran necesidad, dejó todo y dio su vida. No fue fácil, pero su amor y obediencia a su Padre fue mayor. Jesús dio su vida. No creo que lo podamos igualar. Eso fue amor.

De vez en cuando la tierra temblará y nos recordará que el hombre, como la hierba son sus días; como la flor del campo, así florece; cuando el viento pasa sobre ella, deja de ser, y su lugar ya no la reconoce. (Sal.103) Nuestros días llegarán a un fin, en algún momento, cuando Dios lo decida. Y habrá valido la pena nuestra vida? Habrá sido bien invertida? Habremos amado realmente como Jesús nos amó?

Jesús dio su vida por cada uno de nosotros, para que a través de El podamos acercarnos a Dios, confesando nuestros pecados, creyendo en su poder y en lo que hizo por nosotros. El si nos puede enseñar a amar. A amar verdaderamente. La tierra seguirá temblando, hoy tembló Venezuela también. Cuánto más temblará este mundo? No esperemos que tiemble más, hagamos su voluntad, hay mucho por hacer aún.


Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha. El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser. 
1 Corintios 13:3-8

Lima, las lluvias y la vida



El cambio climático ha afectado tremendamente a Lima, mi ciudad. No suele llover aquí y si lloviera todo un día entero sería un caos, un real desastre. Lima no está preparada para enfrentar lluvias. El mes pasado llovió por seis horas seguidas, cosa que no suele suceder y los problemas empezaron. Hace unos días llovió y murieron personas. Lima no ha sido diseñada para soportar lluvias. A pesar que miramos al futuro con buenos ojos, una simple lluvia podría destruir todos nuestros planes. Pero a la vez la lluvia también podría mantener limpia nuestra ciudad, pero como no estamos preparados, el resultado de la lluvia siempre será un desastre.

Empezamos este año mirando hacia adelante, a lo que vendrá, a lo que será, a la realización de nuestras metas, nuestros sueños, deseamos ver nuestros deseos cumplidos y nuestros esfuerzos reconpensados. Pero olvidamos que para poder obtener lo que deseamos, no solo basta con los buenos deseos y las buenas intenciones, demandará de nosotros un trabajo arduo, de preparación, de planeamiento, sacrificio, paciencia.

Muchos se lanzan rapidamente tras el cumplimiento de sus sueños y metas, sin preveer. Lima se lanza a la construcción de una ciudad moderna, sin prevenir que a causa del cambio climático podremos enfrentarnos en algún momento a lluvias inusuales en nuestra ciudad y no estamos preparados, lo peor aún, al saberlo no nos estamos preparando.

Dicen que es bueno arriesgarse, y seguro a veces lo será, siempre habrá un riesgo. Pero mienstras construyes tu vida, con tus planes, con tus sueños, metas e ideas. Haz un alto. Detente. Y toma precauciones.

Estás listo para afrontar todo lo que trae este año? Estás preparado para vencer los obstáculos que vendrán? Podrás soportar las malas noticias que aparecerán? La vida tiene cosas buenas, muy buenas, pero también malas, las cuales pueden dejar en nosotros grandes lecciones, dependiendo como las enfrentamos. La lluvia puede ser para bien o puede ser para mal, el resultado dependerá de las decisiones que tomemos antes.

Mi deseo es que podamos, en las pequeñas cosas, a veces insignificantes, y también en las grandes decisiones, ir a Dios. El conoce nuestro pasado, presente y futuro. No necesitas un horóscopo, no necesitas a Jossie, lo necesitas a El. En la Biblia encontraremos muchos consejos que nos ayudarán mientras planeamos y construimos nuestra vida, leélos, tómalo, ponlos en practica.

Escucha el consejo y acepta la corrección,
para que seas sabio el resto de tus días.
Muchos son los planes en el corazón del hombre,
mas el consejo del SEÑOR permanecerá.
Proverbios 19:20-21

Que este Año 2010, sea realmente Nuevo para ti.

Jenny