Todos hablan de lo maravilloso que es ser mujer, pero hay mujeres que no ven las cosas así, sus ojos están nublados y oscurecidos por el temor, su perspectiva y visión de la vida es opuesta a la mía. La duda, la ansiedad y la soledad, han llenado sus corazones.
Recordemos que no todas las mujeres gozan de los beneficios como los tenemos muchas de nosotras, muchas mujeres están acompañadas pero realmente solas, otras rendidas y abandonadas, porque lucharon, pelearon, pero no vencieron. Otras mujeres no están a gusto con serlo, no creen que sea buena idea ser mujer y han decidido tomar otros caminos. Otras no se valoran ni ven valor en si mismas y prostituyen sus cuerpos. Otras se dejan maltratar, golpear, abusar pues piensan que nadie más podría amarlas, no creen que tengan valor. A esas mujeres que callan, que están en silencio, pero sus miradas, sus rostros y su corazón grita: !Quiero ser libre! les dedico este día, el Día de la Mujer.
Jesús se acercó a una mujer que no estaba bien, aunque ella aparentaba. Jesús se acerca a ti, conoce tu corazón, tus necesidades, tus luchas, batallas, tus lágrimas, tus dudas, ¿quieres ser libre? Búscalo, habla con El, acércate a El, El te hará verdaderamente libre. No es tiempo de callar, es tiempo de hablar, es tiempo de decir la verdad, es tiempo de pedir ayuda, sin duda, no sólo Jesús estará dispuesto a ayudarte, sino hay muchas manos más extendidas que desean a través de sus vidas, mostrarte lo maravilloso que es ser mujer, y lo estupendo que es seguir a Jesús.
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