Los niños: Presa fácil





















En la Biblia también fueron blanco del enemigo, murieron miles cuando nació el libertador de los judíos, Moisés. También hemos leído como hombres y mujeres desnaturalizados asesinaron a millones de niños para ofrecerlos a dioses falsos.

Aún cuando nació Jesús, los niños fueron también presa de la envidia, del temor y de la maldad del corazón de un rey. Hoy, en este siglo, siguen muriendo niños, los propios padres y madres se han vuelto en cómplices asesinos, matando día a día a muchos niños en todo el mundo a través del aborto. En Perú la cifra es alarmante, aproximadamente se realizan 400,000 abortos al año.

Los niños siguen muriendo, siguen siendo amenazados, siguen siendo presa fácil. Y muchos más siguen muriendo por maltratos, violaciones. Otros siguen viviendo, pero como muertos, porque sus corazones ya no pueden aguantar más.



Todos los días encontramos noticias acerca de los abusos cometidos a los niños por adultos. Ya ni llama la atención, es el pan diario. Nos conmueve por un momento, pero las ocupaciones diarias nos hacen olvidar aquel dolor. Hoy leía una triste noticia, una más de aquellas, donde los niños son parte. El director de un colegio primario en México, aprovechando su posición, está amenazando a los niños de una iglesa Metodista, con quemarlos con velas y focos encendidos si continuan asistiendo a los servicios religiosos de esa denominación. La persecusión también ha llegado a ellos.

Los apóstoles, mismos guardaespaldas, trataron de alejar a esos chinchosos niños, gritones y berrinchosos, laberintosos y sudorosos, por momentos amorosos y cariñosos, siempre frágiles y tiernos, del deseado Jesús, con reprimendas a aquellos que los presentaban. Jesús en lugar de felicitar el buen trabajo de sus seguidores, se indignó, tomó a los niños y los bendijo, el Reino de los Cielos era para ellos.

Pero todos sabemos la historia. La típica historia y versículo lema de las escuelas Dominicales o para niños en el mundo entero. Pero seguro, Jesús seguirá indignándose de nosotros, porque aún les hacemos difícil el camino para llegar a El. Es muy fácil repetir este famoso versículo, o historia, pero cuesta ponerlo en práctica. Tantas barreras, tantas formas impuestas sobre ellos, tanta presión a ser perfectos... pero Jesús... Jesús hizo el camino fácil, no lo compliquemos.
Dios tú sabes, quiero levantarme cada día por tí, y ser una voz entre pocas voces, en favor de aquellos que se han convertido en presa fácil, los niños. Sin duda siempre habrá trabajo en esta área, no sólo en Perú, también en todo el mundo.

Foto Jenbell.