Y tú qué haces despierto a esta hora? (yo, mientras hablaba con un niño de 5 años) Es que estoy de vacaciones, así que me puedo dormir a la hora que quiera. Las vacaciones es sinónimo de vagaciones para algunos. Los padres creemos que es necesario que los hijos se relajen y que se levanten más tarde y se acuesten más tarde y de una u otra manera esten más relax. Pero esto empieza a dar su fruto y causa ciertos problemas, ya que los niños se relajan tanto, que despiertan al mediodía y se duermen a la medianoche. Y escuchamos decir: Estoy tan cansada porque Juanito no se quería dormir... Ay! me quedé jugando a los caballitos con Pedrito porque no tenía sueño... No sé como me quedé dormida y de pronto me desperté a las 2 de la mañana y Panchito seguía viendo tele... No puedo salir muy temprano porque Pepito se despierta a las 12..... y podríamos seguir. Es cierto que en vacaciones podemos relajarnos un poquito más, como nunca yo estoy durmiendo hasta más tarde, que rico!, pero llegar al punto donde los niños sean los que deciden que hacer y no hacer y los padres se limitan a obedecer sus órdenes está fuera de orden. Las reglas son necesarias también en vacaciones. Ya quiero ver a esos niños y a sus padres sufriendo cuando empiezen las clases. No sean rígidos con las reglas, pero que los niños puedan tener responsabilidades en estas vacaciones les ayudará mucho y le quitará a ud. un motivo más para llamarles la atención y renegar. Ponga un poco de orden en vacaciones.
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Amonestación y Disciplina Cristiana (Final)
EL FRUTO DE UNA BUENA DISCIPLINA
Proverbios 29:15,17 nos dice: “La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma”.
Para muchos padres disciplinar a los hijos significa, según ellos, forzar la arbitraria autoridad paternal. Creen que el hijo disciplinado es aquel que salta cuando oye el ruido del látigo; que no debe bajo ninguna circunstancia expresar una opinión o hacer una decisión; el que obedece sin hacer preguntas, aún de las órdenes más descabelladas. Pero esta no es una forma de criar a los hijos en la disciplina del Señor, ni podemos llamarle “disciplina cristiana”. Esto sería criar a los hijos en un ambiente de violencia.
El extremo opuesto es el de criar a los hijos sin ningún control paternal y por lo mismo sin ninguna disciplina. El niño hace lo que se le antoja y luego domina la vida de los adultos que le rodean. Entre estos dos extremos está el camino que se debe seguir.
Muchos problemas de disciplina surgen por causa de la ignorancia, es decir, se desconoce su verdadero propósito. La disciplina que se practica con sabiduría utilizará la voluntad del niño, enseñándole a que él obedezca porque desea hacerlo, o sea, que el niño anhela obedecer por su propia voluntad. La verdadera obediencia viene de adentro.
Las madres y padres que han renunciado a su deber de disciplinar a sus hijos también han perdido privilegios y alegrías. La disciplina tiene dos funciones principales: la de formar hábitos en el niño que le serán útiles y la de modificar o cambiar todos aquellos que son inservibles o malos. Si un niño posee un mal hábito no nació con él, lo adquirió por medio de la imitación o el aprendizaje. Todo hábito malo debe ser corregido.
Es más fácil e importante prevenir que corregir malos hábitos ya formados. Es por eso que todo padre verdaderamente cristiano se preocupará porque el niño desde su temprana edad adquiera hábitos cristianos. Todo lo que se hace repentinamente es lo que se transforma en hábito. Si deseamos que nuestro hijo se comporte debidamente en la Casa de Dios, nosotros no debemos permitirle, ni una vez que ande libre gateando o caminando por todas partes en el templo, con lo cual le enseñamos reverenciar el lugar donde adoramos a nuestro Dios. Este será un buen hábito.
Cuando los padres imponen una disciplina a base de temor, los hijos obedecen porque es su deber, pero no lo hacen porque lo desean y quieran agradar a sus padres. Tienen miedo de quebrantar la autoridad paterna. ¿Será ésta la disciplina del Señor? Como cristianos, ¿Estamos obedeciéndole por temor o porque le amamos y deseamos honrarle?
Cuando los padres hacen que sus hijos les obedezcan ciegamente y por temor, llegará un día cuando su hijo o hija se revele. La expresión: “Hazlo porque yo te ordeno” no es una razón para que el niño obedezca. Con frecuencia y honestidad los padres deben analizar lo que han dicho. ¿Les gustaría que alguien a quien ustedes necesitan obedecer tomara esta misma actitud? El problema de disciplina abarca no sólo a los hijos, sino también a los padres. Deben estar seguros que están demandando obediencia no sólo por su propio beneficio, sino por el bien de sus hijos. El padre que no practica la disciplina en su propia vida, no podrá imponerla en sus hijos. Si el padre y la madre ganan el respeto y amor de ellos, éstos les obedecerán con alegría. Todo padre que es firme en sus decisiones y cumple lo que promete ganará el respeto y admiración de sus hijos.
El mejor método de disciplinar es el de crear condiciones que evitarán que las faltas se cometan. Vale la pena y paga grandes dividendos hacer que la obediencia sea algo que traiga gozo y satisfacción a todos los miembros del hogar.
Si los padres siempre están haciendo una lista de prohibiciones y están constantemente diciendo: “No hagas esto”, “no hagas lo oro”, impresionarán al niño, y él procurará probar nuevamente. Es mucho mejor buscar el lado positivo para la corrección.
Otra cosa que es importante que los padres sepan es que el juego es algo muy real e importante en la vida del niño. Él lo considera tan serio como el trabajo para el adulto. Muchas veces la desobediencia del niño es provocada porque el padre interrumpe al niño en su juego de una manera sorpresiva y demanda obediencia inmediata. El niño necesita tiempo para hacer los arreglos necesarios en su juego antes de obedecer. Por ejemplo, un niño piensa no venir inmediatamente a comer o acostarse porque está jugando. La niña vendrá con gusto si le advertimos que es tiempo de que acueste su muñeca porque también es hora de que ella vaya a comer o a dormir. En vez de hacer que Juanito interrumpa su juego bruscamente, le podemos decir que debe estar listo para venir a la mesa durante cinco minutos. También le podemos advertir que debe venir tan pronto como termine de descargar su camión.
El castigo puede usarse con niños de cualquier edad, pero si el padre o maestro usa el castigo para cualquier falta y constantemente, su método de disciplina no sirve. Recuerde que con su ejemplo, siendo firme en sus decisiones y cumpliendo lo que promete, usted ganará la admiración, respeto y amor de sus hijos.
Escrito por Elizabeth Cuevas - www.institutoalma.org
Amonestación y Disciplina Cristiana (Parte II)

¿Qué es importante, lo que se les dice a los hijos o lo que en realidad son los padres? El ejemplo de los padres, lo que los hijos ven en ellos diariamente, es lo que vale mucho más que las palabras. Hay un refrán que dice: “Lo que haces habla tan fuerte que no oigo lo que dices”.
Muy pocos son los padres que están conscientes de que su actitud y conducta impresionan la mente de sus hijos de una manera poderosa y perdurable. La disciplina se necesita demostrar con hechos, pues no sólo consiste en repetir proverbios. Dar instrucciones puede ocupar sólo unos minutos al día, pero disciplinar por medio del ejemplo es un proceso continuo. Es muy importante enseñar la Palabra de Dios a nuestros hijos, pero es más importante aún demostrar la Palabra de Dios en nuestra vida diaria.
La disciplina indirecta enfatiza la influencia silenciosa del ejemplo de los padres en la vida de sus hijos. Un modelo bíblico de una influencia positiva por medio del ejemplo lo encontramos en Ana y su hijo Samuel. Ana era una mujer de oración (I Samuel 2:1-10); tenía gran fe en Dios (I Samuel 1:18); era una mujer de gran dedicación (I Samuel 1:11); era honesta (I Samuel 1:27,28). Todas estas cualidades en el carácter de Ana, fe, oración, amor, dedicación y honestidad, fueron la influencia callada que ejercía su vida sobre su hijo. Su ejemplo jugó un papel muy importante en el desarrollo del carácter espiritual de Samuel. Si estudiamos detenidamente la vida de él descubriremos las mismas cualidades que observamos en Ana.
Los niños son lo que son sus padres. De ellos aprenden por medio de su vida religiosa y espiritual durante las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana. Es cierto que muchos niños de hogares inconversos que se convierten, incluso hay hijos que se vuelven más fuertes espiritualmente que sus padres, pero lo corriente es que los niños de hogares cristianos aprenden todas las doctrinas fundamentales de la Palabra de Dios por medio de la vida y el ejemplo de sus padres.
La fe que descansa en Cristo en vez de apoyarse en buenas obras, no puede pasar inadvertida por los hijos. Las palabras de gratitud y alabanza al Señor y las veces que se piden perdón son escuchadas por los niños. El ejemplo del padre y la madre dependiendo de Dios es demostrado por medio de la oración y el estudio de la Biblia. Los himnos y versículos que oyen de labios de sus padres y todo lo que escuchan y observan en ellos, enseña mucho en forma silenciosa en cuanto a la salvación por medio de la fe en Cristo. Los niños saben que el Espíritu Santo mora en el corazón porque ven el fruto de amor, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
Al preguntarle a un joven qué traducción de la Biblia prefería, contestó: “Yo prefiero la de mi madre”. Ella ha traducido la Biblia al lenguaje de la vida diaria. Nunca he encontrado porciones oscuras en su versión. Cuando leo otras versiones, es la de mi madre la que siempre esclarece mi problema.
Los padres deben demostrar a sus hijos que los aman y es bueno que no sólo lo demuestren con hechos, sino que de vez en cuando se los digan con palabras. Muchos niños se dan cuenta que se suplen sus necesidades físicas o materiales, pero no se hace con amor.
Si en el hogar los padres juegan con sus hijos, toman en cuenta sus deseos e intereses, hacen planes juntos, van a la iglesia como familia, tienen un tiempo devocional y de adoración en el cual los niños toman parte activa, allí habrá bendición y felicidad. Allí los niños aprenderán a orar y leer la Palabra de Dios. Si padres e hijos trabajan juntos en el hogar, si no muestran preferencias por ciertos hijos, en ese hogar los niños estarán aprendiendo muchos hábitos buenos y su ambiente será de paz y felicidad.
Recuerden que la paciencia, bondad, mansedumbre, templanza y fe serán igualmente aprendidos. Las influencias silenciosas que nutrirán y desarrollarán el carácter del niño en el Señor son el fruto del Espíritu Santo en la vida diaria de los padres cristianos. Cuan atractivo será Cristo para aquellos hijos, porque es Él quien ha dado ese espíritu de amor, gozo y paz a su hogar.
Escrito por Elizabeth Cuevas - www.institutoalma.org foto: Cristo Redentor-Bolivia
Amonestación y Disciplina Cristiana (Parte I)

Aveces es muy fácil amonestar para algunos padres. Pero el peligro más grande consiste en dar amonestaciones sin su acompañante escritural, la disciplina (manera de criar, educar o alimentar al niño). Toda amonestación sin disciplina puede hacer que el niño se sienta dudoso, sin interés y aun antagonista al evangelio.
Es importante que los padres vivan todos los preceptos y proverbios que tan libremente dicen a sus hijos lo que deben hacer. Viviendo lo que se dice no sólo tiene más valor y aceptación por parte de los niños, sino que también es muy probable que disminuirá el número de amonestaciones.
Estas razones no lo convencerán.
El niño jamás se humillará y adorará a quien él nunca ha conocido como digno de confianza y amor. Muchos cristianos jamás han conocido la realidad de tener un Señor; y por no tener una experiencia más profunda e íntima con Él, luego regresan a la vida antigua o viven una vida cristiana raquítica y tambaleante todos sus días.
¿Están ustedes aceptando las amonestaciones de Dios? ¿Está su vida en condiciones de amonestar en el Señor? ¿Están las relaciones de esposo y esposa creando un ambiente propio para la amonestación espiritual de los hijos? Dios quiere ayudar a los padres cristianos en sus relaciones mutuas, con sus hijos, en el hogar y en el trabajo para que vivan de acuerdo a las amonestaciones del Señor.
Escrito por Elizabeth Cuevas / www.institutoalma.org
Para que no te quejes mañana, empieza ahora!

Empiece a dar responsabilidades a sus hijos según su edad. Debemos empezar a dar responsabilidades de la casa a sus hijos desde que están pequeños. A la mayoría de niños les gusta ayudar a sus padres, debemos aprovechar este deseo y darle a nuestros hijos cosas simples que hacer. Conforme los niños crecer se les puede dar mayores responsabilidades y trabajos más difíciles. Debemos asegurarnos que las tareas que les dan a sus hijos sean acorde con su edad.
Enséñele como debe hacer el trabajo. Necesitan saber exactamente lo que usted está esperando de ellos. Debemos mostrarle a los chicos cómo hacer las cosas. Al principio podemos observarlos como hacer su labor, para que todo funcione bien y podamos contestar sus dudas y preguntas. Sea específico en sus indicaciones. Por ejemplo en lugar de pedirle que limpie su cuarto, puede especificar o hacer una lista explicando lo esto significa, cambia las sábanas, ordena tus juguetes, barre, etc.
Haga un horario, lista de responsabilidades o si desea motivar un sistema de puntos. Esto puede ayudar para que el niño coopere. Podemos dar puntos que se pueden cambiar por un premio. En lugar de cosas materiales, como juguetes o golosinas, es mejor obsequiar cosas como un paseo al parque con papá o mamá, o permiso para que se vaya a la cama media hora más tarde de lo usual.
Enséneles a ser responsables. Debemos evitar caer en la trampa de repetir a nuestros hijos para que terminen su tareas. Tenemos que asegurarnos de hacer a nuestros hijos responsables. Si el niño olvida o se niega a hacer una tarea, los padres no deben decir nada, simplemente aplicar las consecuencias.
Ten mucha paciencia. Ellos no son tú. Están aprendiendo, es todo un proceso. Pídele mucha paciencia a Dios, es una de las mayores virtudes que debes tener.
No haga el trabajo si el niño olvida o se niega a hacerlo. Ellos aprenderán varias cosas si usted las hace por ellos. Aprenderán que sus padres no cumplen su palabra y no hacen cumplir órdenes. También sabrán que si esperan un poco más alguien hará sus tareas.
Elógielos. Felicite a sus hijos por las tareas cumplidas, no hay mejor manera de motivarlos a ayudar en las labores y quehaceres de la casa.
Padres Solteros (Parte II)

Hay muchas maneras de mejorar sus destrezas mientras cria a sus hijos, en lo que se refiere al comportamiento. Trate estas sugerencias, o añádale las suyas propias. Trate de usar por lo menos cinco ideas. Marque las que va a tratar.
• Asegúrese que lo que rodea al niño no sea peligroso y que las actividades sean propias de su edad. Ésto puede evitarle mucha frustración tanto al niño como a usted y también aumenta el éxito de su niño. Si el niño siempre está escuchando - no - o - no hagas eso, - tendrá menos curiosidad y confianza en sí mismo. Un niño frustrado tal vez deje de tratar cosas nuevas y no se desarrollará a capacidad.
• Saque a los niños de situaciones que no puedan manejar. Puede dirigirlos o distraerlos a una actividad más apropiada.
•Establezca las reglas claramente. Mientras menos reglas, mejor. También, es mejor establecer las reglas con la ayuda de sus hijos. Decida con ellos qué pasará si las reglas no se cumplen. Asegúrese que las consecuencias sean justas para la edad de sus hijos y que estén relacionadas con el mal comportamiento. Si hacemos reglas que son sensibles a las necesidades de los niños, les estaremos enseñando a respetar las reglas y a ver el mundo de la familia como un lugar seguro.
• Si su niño puede leer, fije las reglas en su cuarto o en la puerta del refrigerador. Pídale a su hijo que escoja el lugar donde fijar las reglas. Usted puede ayudarle a decorar o colorear el papel que contiene las reglas.
• Vuelva a evaluar las reglas a medida que su hijo crezca en capacidad y responsabilidad.
• Trate de entender el punto de vista de su hijo.
• Cuando le pida a su hijo que haga algo, hágalo cortésmente. Es necesario que usted dé el ejemplo.
• Siempre haga cumplir las reglas. Su hijo no sabrá si está hablando en serio, si sigue las reglas sólo ocasionalmente. Un niño no entenderá la regla de ir a la cama a un momento determinado si una noche se le permite ver un programa más de televisión ydormido en el sofá y no estar en a la cama.
• Específique lo que espera de su hijo. Por ejemplo, si su hijo le quiere acompañar a ir de compras, su idea de portarse bien en la tienda podría ser distinta a lo que usted piensa que es portarse bien. Sea claro y discuta el comportamiento que espera de él en la tienda.
• Permanezca calmado. Cuente hasta 10 o hasta 100 antes de actuar. Trate de aislarse de la situación por unos momentos si le es posible.
• Establezca un buen ejemplo. Los niños imitan a esos que lo rodean. Ellos aprenden lo que viven.
• Perdónese a si mismo como padre por aquellos momentos en que reaccione Indebídamente. ¡Nadie es perfecto!
• Déle avisos. Déjele saber cinco o diez minutos antes que la actividad que están haciendo va a cambiar.
• Hágase una promesa de nunca comparar a sus hijos con otros. Concéntrese en las cualidades positivas de sus hijos. Sus hijos crecerán y serán buenos seres humanos si son aceptados por ser quienes son. Todos los niños cometen errores, al igual que todos nosotros, mientras van creciendo. Los niños pueden aprender el comportamiento apropiado con ayuda positiva y amorosa de sus padres. Ellos también formarán destrezas sociales que resultarán en un niño con el que será fácil convivir.
¿Qué Sigue?Si ha decidido seguir algunas de las ideas sugeridas en esta publicación, tomará tiempo para que usted y sus hijos se adapten. Recuerde esto, antes de que la situación se ponga mejor, se pondrá peor. Todos somos criaturas de costumbre. Sus hijos lo pondrán a prueba a usted, las nuevas reglas y las consecuencias. Tomará un poco de tiempo para que usted y sus niños se ajusten. Así que no se dé por vencido. Siga adelante. Recuerde que toma veintiún días adoptar una nueva costumbre. Hay otras opciones si piensa que su familia necesita trabajar más en establecer limitaciones en el comportamiento. Puede tomar más cursos en la crianza de los hijos o buscar consejería familiar. Buscar consejería no significa que usted es un fracaso como padre, sino que su familia le importa lo suficiente como para ir más allá y buscar ayuda.
Universidad y el Instituto UF/IFAS, El Exito del Padre Soltero, Abril 2001
Padres solteros (Parte I)

Una de las tareas más difíciles que enfrenta un padre soltero es el establecer límites para el comportamiento de sus hijos. Los niños pueden hacer que perdamos la paciencia, pero también nos pueden traer mucha felicidad. Como padre soltero, usted se enfrenta diariamente con la tarea de criar a sus hijos. Ésto puede convertirse en algo difícil al no tener una compañera con quién compartir ideas sobre cómo tratar con distintas situaciones de comportamiento.
Si hace poco tiempo que se quedó solo, es de esperar que los niños tengan un comportamiento disruptivo, sin importar la edad. Sus hijos, al igual que usted, están experimentando un cambio difícil en su vida. Los estudios han encontrado que padres que practican un estilo de disciplina cariñoso pero a su vez firme, crian niños saludables. Una disciplina exitosa conlleva darle el cuidado y amor que necesitan los niños, a la vez que establecemos límites para el comportamiento inapropiado. Podemos tener este balance al demostrar respeto, amabilidad, y mucha paciencia con nuestros hijos. Recuerde que todos los niños se comportan mal en algún momento.
¿Por Qué se Portan Mal los Niños?
Es importante saber el por qué se portan mal los niños. Si podemos identificar su comportamiento, podemos responder más apropiadamente a sus acciones. Algunas razones para el pobre comportamiento son:
• actitudes positivas
• entendimiento del desarrollo de sus hijos
• amabilidad y respeto para con sus hijos
• mucha paciencia
Algunas veces se nos olvidan estas ideas básicas y tratamos de controlar el comportamiento de nuestros hijos con amenazas. Gritando, llamándolos nombres, rebajándolos y golpeándolos hiere el espíritu de un niño. Como padre, usted es la persona más importante en la vida de su hijo, y dejará una impresión que durará toda la vida de acuerdo a cómo lo trate. Para entender el comportamiento de sus hijos, recuerde éstas dos premisas básicas: 1) los hijos son seres sociales que buscan pertenecer a la familia y sentirse valorados, y 2) los niños toman decisiones. Pensará diferente cuando comprenda que detrás del mal comportamiento, hay un niño que sólo busca pertenecer. Su hijo puede estar confundido de cómo alcanzar esa meta.
¿Qué sucede cuando los niños se comportan apropiadamente, por ejemplo, jugando bien con con un amigo, compartiendo sus juguetes como es debido, o no está lloriqueando? Es probable que los padres ignoren a sus hijos por miedo a que el buen comportamiento no dure. A veces nos olvidamos que el darle un elogio a nuestros hijos, o una palmadita en la espalda por algo bien hecho es la clave para hacer que el niño sienta que es importante y que pertenece a la familia. Fijarse en el buen comportamiento hace que el niño lo repita. Ésto se llama - sorprender al niño haciendo algo bueno - en vez de sorprenderlo haciendo algo malo. ¿Qué sucede en la situación contraria, en donde en vez de portarse bien el niño se comporta mal? ¡El niño recibe su atención inmediata! El padre pudiera regañarlo o sermonearlo de alguna manera, lo cual resulta en una atención negativa. Para muchos niños, ésta es la única manera de satisfacer su necesidad de pertenencia. Los niños harán cualquier cosa para atraer la atención, hasta pueden preferir atención negativa antes de no tener ninguna atención.
¿Por Qué se Portan Mal los Niños?
Es importante saber el por qué se portan mal los niños. Si podemos identificar su comportamiento, podemos responder más apropiadamente a sus acciones. Algunas razones para el pobre comportamiento son:
- Los niños son curiosos, e impulsivos por naturaleza. Están creciendo y están en el proceso de desarrollar destrezas sociales. Les hace falta la experiencia adulta. Cometer errores y portarse mal de vez en cuando es parte del proceso de aprendizaje.
- Los niños tienen un fuerte deseo de ser independientes. Puede que sobrepasen los límites impuestos por sus padres.
- Los niños necesitan dormir bastante, tomar alimentos nutritivos, hacer ejercicios y respirar aire fresco. Los niños se compartan mal cuando no se sienten bien o están cansados. Los niños necesitan saber que pertenecen. Ellos necesitan saber que son valorados. Si hay un divorcio, o la familia se muda a un vecindario nuevo, los niños se pueden sentir con miedo y solos.
- Los niños necesitan que se les anime. Los niños que no reciben elogios por cosas positivas tratarán de atraer la atención portándose mal.
• actitudes positivas
• entendimiento del desarrollo de sus hijos
• amabilidad y respeto para con sus hijos
• mucha paciencia
Algunas veces se nos olvidan estas ideas básicas y tratamos de controlar el comportamiento de nuestros hijos con amenazas. Gritando, llamándolos nombres, rebajándolos y golpeándolos hiere el espíritu de un niño. Como padre, usted es la persona más importante en la vida de su hijo, y dejará una impresión que durará toda la vida de acuerdo a cómo lo trate. Para entender el comportamiento de sus hijos, recuerde éstas dos premisas básicas: 1) los hijos son seres sociales que buscan pertenecer a la familia y sentirse valorados, y 2) los niños toman decisiones. Pensará diferente cuando comprenda que detrás del mal comportamiento, hay un niño que sólo busca pertenecer. Su hijo puede estar confundido de cómo alcanzar esa meta.
¿Qué sucede cuando los niños se comportan apropiadamente, por ejemplo, jugando bien con con un amigo, compartiendo sus juguetes como es debido, o no está lloriqueando? Es probable que los padres ignoren a sus hijos por miedo a que el buen comportamiento no dure. A veces nos olvidamos que el darle un elogio a nuestros hijos, o una palmadita en la espalda por algo bien hecho es la clave para hacer que el niño sienta que es importante y que pertenece a la familia. Fijarse en el buen comportamiento hace que el niño lo repita. Ésto se llama - sorprender al niño haciendo algo bueno - en vez de sorprenderlo haciendo algo malo. ¿Qué sucede en la situación contraria, en donde en vez de portarse bien el niño se comporta mal? ¡El niño recibe su atención inmediata! El padre pudiera regañarlo o sermonearlo de alguna manera, lo cual resulta en una atención negativa. Para muchos niños, ésta es la única manera de satisfacer su necesidad de pertenencia. Los niños harán cualquier cosa para atraer la atención, hasta pueden preferir atención negativa antes de no tener ninguna atención.
La tarea del padre es ayudar al niño a escoger los comportamientos más adecuados. La orientación, o el consejo que usted dé puede mejorar las destrezas sociales y los sentimientos de dignidad propia del niño.
Fuente: Universidad y el Instituto UF/IFAS, El Exito del Padre Soltero, Abril 2001
Foto de bichuas
Cuando la ira domina

Ayer escuchaba terribles noticias sobre dos casos de niños maltratados por sus padres. Esto trajo a mi memoria el Seminario/Consulta al que asistí este año acerca de "Niñez y Buen trato" organizado por el Movimiento Cristiano Juntos por la Niñez donde diferentes instituciones a favor de la niñez y ministerio cristianos aportaron al tema. No podía escapar el tema de la disciplina basada en los principios bíblicos, el expositor advirtió que les habían recomendado no tocar el tema por las controversias que se generan, pero lo analizaron y lo hicieron. Me agradó la participación del Pastor Alex Chiang, quien expuso tres posiciones u opiniones que se toman en este tema. Transcribo la posición 2 que es a la que más me inclino.
El castigo físico es permitido por Dios pero sólo debe ser usado por los padres de manera excepcional en la crianza de sus hijos. Existen tantas formas eficaces y positivas de disciplina que el castigo corporal debe tomarse innecesario.
"Procuren no hacerlo. Si lo hacen, nunca deben lastimar al menor. Jamás lo hagan con cólera. El uso de la "vara" bíblica no implica lastimar, ni dañar, ni es el único medio de corregir. Procuren no usar la mano, pues con ella acarician y alimentan. Además recuerden que hay una diferencia entre castigar y disciplinar"
Tomado del libro"Disciplina con amor, orientación práctica para padres y madres. Publicado por IINDEF.
Las dos situaciones que generan estos casos son situaciones comunes que se repiten en miles de hogares. Un niño que falta al colegio por irse a pasear, y una niña pierde el celular de su mamá. El problema aquí es la forma de corrección o disciplina a los niños. Pero no les ha pasado que cuando un hijo se porta mal o hace lo contrario a la orden dada por nosotros, de pronto un volcán dentro de los padres se enciende (sobre todo si las desobediencias y malacrianzas se repiten constantemente) y quiere estallar. En el caso de estos padres se dejaron llevar por la ira, el enojo, la gritería, y sus palabras y acciones no pudieron ser controladas, afectando a los niños enormemente y dejando cicatrices y marcas en sus corazones para siempre.
Cuando nos encontramos en esa situación como padres cristianos debemos aplicar la Palabra de Dios primero en nosotros mismos, Efesios 4:31, Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia, y toda malicia. (Ayúdame Señor) Muchas veces castigamos o corregimos más por nosotros mismos que por enseñar a nuestros hijos. A que me refiero? Pensamos en nosotros, porque muchas veces es más importante lo que los demás piensan de nosotros como padres, si somos buenos, si tenemos hijos obedientes, si no son malcriados, si son educados. Lastimosamente muchos dicen a sus hijos a la hora de corregirles: me estas dejando mal delante de tal y tal!!, no te voy a sacar más a pasear porque todos me miran mal, por tu culpa es esto y lo otro, y muchos etcéteras. Nos centramos en nosotros, y no estamos corrigiendo o enseñando o instruyendo o disciplinando por amor a nuestros hijos, sino por amor a nosotros mismos, triste realidad que muchos tenemos que reconocer. Por eso no podemos ser efectivos en la disciplina y lanzamos correazos o manotazos a diestra y a siniestra y no obtenemos resultados.
Mi mami me contó una vez cuando yo era pequeña (ya se.. uuuuffff) yo iba delante de ella saltando y jugueteando por la vereda (yo me recordaba una lady.. que raro) y ella me llamó la atención diciendo: Jenny!! camina como señorita!! (yo ni tenía 6 años) Un señor mayor con apariencia de abuelo pasaba justo al lado de ella, y le dijo: como señorita? como niña! Mi mami se quedó muda, este sabio señor tenía razón. A veces nos olvidamos que los niños son niños, porque estamos pensando en nosotros, en nuestra reputación, etc. Y cuando ellos meten la pata con una desobediencia no podemos dominar la ira, porque estamos pensando en nosotros mismos.
Quizás es tiempo de cambiar el enfoque. Que Dios nos guarde de no llegar a casos como los comentados aquí. Señor dame sabiduría.
Efesios 1:5, Y si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
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