Cachibacheros de corazón

No se como se conocen a los cachibacheros en otros lugares, pero aquí en Lima, llamamos así a las personas que guardan todo tipo de objetos y cosas que son de su interés, más no son necesariamente útiles. También a aquellas personas que guardan los recuerditos de situaciones importantes, como las entradas al cine, los boletos de avión, la servilleta que usaron en X restaurant, la flor que le dio el novio, el primer diente, el polo que se ensucio con la primera comida del bebé, etc. Esas cosas suelen ocupar espacios innecesarios, suelen ser "basura" para unos y tesoros para otros.

Yo, me enorgullecía de no ser cachibachera, y señalaba a mi hermana de serlo. Ella guarda todo! Mi hija también lo es, los cachibaches que ya no le interesan a mi hermana pasan a ser de mi hija!! Que herencia! Yo soy del tipo de persona que en cada limpieza o mudanza ,se deshace de todo aquello que no usa, no sirve o estorba, lo cual no está nada mal. Pero estos días lamentaba no tener entre mis manos algunos recuerdos de años pasados, sí, tener cachibaches!!!. Mis periódicos colegiales, diseñados por mí, con miles de caricaturas de todas mis amigas y las historias de sus romances adolescentes! Mi blusa escrita por todos lados, llena de recuerdos, frases y muestras de cariño. Fotos, tarjetas, poemas, saludos, cuadernos, dibujitos, hojitas, fechas... ciertas cosas no debí desaparecer. Así que ahora lamento haber desaparecido muchas cosas y lamento no tener aunque sea un poquitín de "cachibachera".

Pensando en eso, me estaba dando cuenta que ya estaba tratando de desaparecer los recuerdos de mis hijos, hay ciertas cosas que se pueden conservar para el futuro, los dibujos, los papelitos, las notitas, cositas, detallitos, que al pasar los años, será lindo volver a ver y leer. He decidido cambiar. No llegar al extremo de ser cachibachera de corazón, porque no soy cachibachera de nacimiento, pero algo de cachibachera tendré que sacar de algún lugar dentro de mí.

Hay recuerdos que valen la pena traer a memoria, hay recuerdos que tenemos guardados en nuestra mente y corazón, pero hay otros que pueden volver a nacer volviendolos a ver, a escuchar y hasta a oler.