Lo que siembre, cosechare

Hace más de 10 años que no visitaba el penal de mujeres, hoy es día de visita, hay mucha gente y muchos rostros hablan más que las palabras. En medio de tanta gente encontramos a Yola una señora que conocimos hace muchos años en un barrio de Lima, en ese entonces, ella batallaba por permanecer en Cristo, pero no pudo, la vida fácil fue mas fuerte y desde esos dias no la habia vuelto a ver. Ahora ha cumplido 5 meses en el penal y espera su sentencia.

No sabes lo triste y doloroso que es estar en un lugar así, dijo. Ya aprendí, ya me di cuenta, nunca escuché a los que me decían que deje el negocio. Y ahora aquí dentro me doy cuenta del daño que hice a muchos jóvenes. Pero Dios sabe porque lo hice, todo fue por mis hijos, por sus útiles del colegio, por su comida, y ahora que estoy aquí, me doy cuenta que les hice más daño que bien. No se cuánto tiempo más Dios me hará pagar mis culpas, tengo que pagarlas por lo que hice, pero ya quiero salir, es lo único que le pido.

Cuán equivocados podemos estar al pensar muchas veces que Dios es el responsable de las cosas que nos pasan, en este caso, esta mujer estaba cosechando lo que sembró. Dios nos ha dado la libertad de decidir, de escoger, y muchas veces esas decisiones, darán su fruto al pasar los años, o tal vez más pronto de lo que nos imaginamos.

De la misma manera en que sembramos una semilla y esperamos que crezca y se convierta en lo que deseamos, nuestras decisiones harán que nuestro árbol crezca y de fruto, pero cuál es el fruto que estará por mostrarnos? qué decisiones estaremos tomando? serán las correctas? o pronto nos sorprenderemos al ver que sembramos para nuestro propio mal.

ola está esperando su sentencia por venta de drogas, lo hizo durante más de 10 años. Ella tiene más de 50 años, pero nunca imaginó llegar a esta condición. Cada vez que estés por tomar una decisión, mira al futuro, piénsalo, ora, busca a Dios, porque con cada decisión tu árbol ira creciendo y pronto, muy pronto, verás sus frutos.

Foto de visucadiz