Se acercaba el día del bautizo en la iglesia, una pequeña de 4 años estaba deseosa de bautizarse, ella había recibido a Cristo durante una reunión de oración y había testimonio de ello. Su mamá le había contado la historia de Felipe y el etíope, y ella le dijo: Mamá que impide que yo sea bautizada? su mamá al no saber que decirle, le dijo que le preguntara al pastor. Mientras estábamos en la iglesia, ella habló con el pastor (mi esposo), y él le dijo que debía esperar, que aún era pequeña. Ella decidió obedecer aunque se quedó triste. Su mamá nos contó que ella decía que no entendía porque no podía bautizarse si ya había recibido a Cristo, quería dar el siguiente paso. Mi esposo y yo estuvimos meditando, nunca en nuestro caminar cristiano habíamos tenido esta experiencia, una niña pequeña que entendía porqué y para qué estaba dando cada paso, tenía las cosas bien claras, no habían impedimentos. Así pues decidimos que podía bautizarse, la Biblia dice: Dejad a los niños venid a mí, y no se lo impidais, porque de ellos es el Reino de los cielos. Muchos se sorprendieron porque es pequeña, pero como ella dijo, qué impide que yo sea bautizada? Encuentras tú impedimentos?
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. Salmos 51:17b
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